05 | La sostenibilidad en Saba

Política de la compañía

La política de Saba integra el compromiso, la responsabilidad y la participación activa con la sociedad y el territorio como una parte imprescindible de la filosofía de gestión y desarrollo de la compañía.

El conjunto de la organización participa y colabora, en la medida de lo posible, en la implementación de la cultura de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) establecida. La forma de trabajar de Saba es un proyecto compartido de compromiso traducido en servicio al cliente, implicación y responsabilidad con los territorios en los que opera y ser parte activa en el progreso de las ciudades. Todo ello, junto con la identidad de marca, los aspectos sociales y éticos, conforman los elementos diferenciadores de Saba. La integración y consolidación de la RSC en el negocio permite fortalecer la transparencia y la correcta gestión de los grupos de interés. De hecho, la hoja de ruta que marca la estrategia de sostenibilidad está alineada con los GRI standards.

Principales actuaciones

Para Saba, la creación de valor para la sociedad y el medio ambiente es una prioridad. Por este motivo, se esfuerza por mantener una estrategia de sostenibilidad sólida y gestionar de forma idónea los aspectos de mayor relevancia de carácter económico, ambiental y social. Durante el ejercicio 2018, la compañía ha reiterado su apoyo a proyectos como el Pacto Global de las Naciones Unidas (UN Global Compact), la mayor iniciativa voluntaria en materia de Responsabilidad Social Corporativa en el mundo, que cuenta con más de 13.000 entidades en 170 países.

Precisamente, de este Pacto se desprende la Agenda 2030, que desgrana los objetivos de la comunidad internacional en el periodo 2016-2030 para erradicar la pobreza y favorecer un desarrollo sostenible e igualitario. Saba desempeña su actividad en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, para maximizar el impacto positivo y minimizar el negativo. Un año más, la compañía trabaja para hacer de estos principios parte de la estrategia, la cultura y las acciones cotidianas del negocio, así como involucrarse en proyectos cooperativos que contribuyen a los objetivos más amplios de desarrollo.

Por la propia naturaleza del negocio, la actividad de Saba se desempeña teniendo en cuenta especialmente los objetivos que conciernen a la acción por el clima, en la línea de las acciones para combatir el cambio climático y sus efectos; las ciudades y comunidades sostenibles, con el desarrollo de soluciones en el ámbito de la movilidad urbana; y la innovación, mejora y tecnología de las infraestructuras.

Sin embargo, para tener una visión integral de futuro y continuar con el modelo de empresa sostenible que aspira a ser, es necesario tener en cuenta también el resto de objetivos. La salud y el bienestar de los trabajadores, clientes y colaboradores, reforzando la prevención de riesgos laborales y la instalación de recursos como desfibriladores; contribuir con los colectivos más desfavorecidos es la apuesta de Saba para el fin de la pobreza. Por otro lado, la pauta de un Plan de Igualdad para conseguir la paridad de género; involucrarse con la sociedad ofreciendo trabajo digno, apostando por los contratos fijos para fomentar el crecimiento económico; y alianzas de referencia con el fin de lograr los objetivos propuestos, como adherirse a la Sociedad Española de Compliance (ASCOM). En definitiva, la innovación social y el desarrollo forman parte del ADN de Saba, de forma que el cumplimiento de los ODS es la mejor forma que la compañía sea socialmente responsable.

Medio ambiente

Desde 2011, Saba lleva a cabo una serie de actuaciones identificadas como las mejores prácticas en términos de eficiencia energética y medioambientales. Se traduce precisamente en más ahorro, optimización de la gestión y, en definitiva, en consolidar la marca Saba como un operador industrial de referencia comprometido con la sostenibilidad. La política de la compañía establece invertir recursos económicos en un mantenimiento más eficiente que minimice las emisiones de CO2 a través de la mejora de los procesos y la compra de equipos energéticamente eficientes, de acuerdo con la legislación vigente, con el objetivo de minimizar el impacto medioambiental de la actividad.

Eficiencia energética

El cometido de Saba es implementar acciones que minimicen las emisiones de CO2 derivadas de la actividad, con una clara apuesta por la movilidad sostenible. En el marco de directrices y herramientas sobre las que se asientan las políticas del Grupo, la compañía dispone de una plataforma denominada “Monitor”, ya implantada en más del 90% de la red, como sistema de control de los consumos mediante la monitorización en tiempo real de las instalaciones, que es básico para el buen desempeño del Sistema de Eficiencia Energético ya implantado y que se traduce en un mayor ahorro en el consumo.

Asimismo, Saba ha creado un e-learning de formación y sensibilización en materia de medio ambiente y eficiencia energética, para el correcto aprendizaje de sus empleados en cuanto al ahorro de consumo eléctrico. Responde a acciones concretas como la iluminación LED, la instalación de ascensores de alta eficiencia energética o el uso de vehículos eléctricos para actividades durante el horario laboral. También cabe destacar un diseño de las instalaciones más eficiente creando modelos de construcción y mantenimiento específicos.

En 2018, Saba ha obtenido la certificación energética ISO 50001 en España e Italia, convirtiéndose en la primera empresa del sector de aparcamientos en conseguirla y, además, se ha impulsado un proceso para implantarla en el resto de países donde opera. La distinción es el resultado del plan de eficiencia energética implementado por la compañía durante los últimos años. Desde 2018 y con una validez de tres años, Saba está inmersa en el proyecto META, ideado para incorporar mejoras que incidan en el comportamiento energético, el ahorro de consumo y el cambio climático.

Huella de carbono

Desde su refundación en 2011, Saba calcula anualmente su huella de carbono con el objetivo de conocer el impacto de la empresa sobre el cambio climático, así como la evolución de las emisiones. Este impacto se mide a través de un inventario en el que se establecen los límites operacionales de acuerdo con lo establecido en “The Greenhouse Gas Protocol”, a Corporate Accounting and Reporting Standard y en las directrices de la ISO 1406-1:2012.

La huella de carbono se organiza en alcances según el grado de incidencia que la actividad pueda tener sobre cada uno de ellos. El alcance 1 hace referencia al gasóleo de las flotas de vehículos y las fugas de gases refrigerantes; el alcance 2 al consumo eléctrico; y el alcance 3 a la compra de bienes y servicios relacionados con la actividad y residuos emitidos.

Con la finalidad de seguir implantando medidas de reducción más eficientes y avanzar hacia la excelencia en sostenibilidad, Saba se ha sometido, de forma voluntaria y por cuarto año consecutivo, a una verificación del cálculo de la huella de carbono por un tercero independiente, siempre con la convicción de ofrecer la máxima transparencia y un análisis exhaustivo de los datos. El resultado de este cálculo revela que un 95% de las emisiones del Grupo son derivadas del consumo energético (alcance 2), que en 2018 se ha reducido en un 3% respecto a 2017, gracias a las medidas de eficiencia energética.

El resultado de las emisiones totales de CO2 en 2018 se sitúa en 9,6 t, lo que supone una reducción del 25% respecto al dato recogido en 2017. Esta importante caída en las emisiones responde a una modificación del cálculo de la huella de carbono, que en años anteriores se hacía en base al Factor de Emisión de electricidad publicado por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) para España y al de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) para Chile, Italia y Portugal. Debido a un cambio en la modalidad de reporting, se ha aplicado el mismo valor para todos los países Saba, publicado por la IEA.

El concepto clave es innovar reduciendo el consumo. Ser responsable con el medio ambiente no sólo es relevante desde el punto de vista de la sostenibilidad, sino que es crítico desde la perspectiva empresarial de Saba: no es posible una movilidad sostenible sin un apropiado enfoque en ahorro de energía, reducción de emisiones y adaptación al cambio climático.

CONSUMO
DE ELECTRICIDAD
2018

-3%

Equipo humano

Las personas que conforman Saba son la base esencial para sostener lo que se podría denominar como el estilo Saba: cultura de servicio al cliente, compromiso con el entorno, responsabilidad y honestidad con los proveedores e implicación con la sociedad. La compañía trabaja para garantizar la igualdad de oportunidades y la no discriminación por razón de género, raza, país de origen, religión o edad. Por ello, Saba trabaja a diario para alcanzar la excelencia en la gestión de los recursos humanos, velando por mantener una adecuada alineación entre las necesidades de sus profesionales y los objetivos estratégicos de la compañía y fomentar una relación de compromiso mutuo para progresar conjuntamente.

El crecimiento y la expansión reciente de Saba han venido acompañados de un sustancial aumento de la plantilla, distribuida en cada uno de los países en los que opera. Uno de los ejes de actuación principales de la compañía es asegurar un empleo digno y con condiciones laborales óptimas, por lo que año tras año aumentan los contratos fijos frente a los eventuales.

La importancia de las personas para conseguir el éxito de la organización también pasa por ofrecer oportunidades de crecimiento y de desarrollo profesional, así como incluir diversidad de personal como fuente de riqueza para la innovación y el aprendizaje conjunto. De este modo, se intenta llegar a una distribución de la plantilla por rangos de edad de forma equitativa; actualmente, los trabajadores de Saba se sitúan en una edad media de unos 40 años.

Saba es consciente de que la formación y el desarrollo profesional juegan un papel clave en el proceso de creación de valor. Por este motivo, anualmente se implementa el Plan de Formación, en el que se trabajan aspectos vinculados a los conocimientos operativos relativos al propio negocio y aquellos que hacen referencia a las habilidades profesionales. Con este objetivo, en 2018 se ha puesto en marcha la plataforma de formación e-learning Campus Saba, con una media de más de 24.700 horas de formación impartidas.

DISTRIBUCIÓN DE LA PLANTILLA POR GÉNERO

No se incluyen los empleados en República Checa puesto que el país se incorporó en 2019.
69%
Plazas
31%
Plazas

CONTRATOS INDEFINIDOS

No se incluyen los empleados de los nuevos países Saba.
84%

Acciones sociales y vinculación con el territorio

Es un hecho que las ciudades y la sociedad evolucionan constantemente, y con ellos lo hace Saba. La compañía está inmersa permanentemente en un proceso de revisión, reformulación y desarrollo para adaptarse a las necesidades de los clientes y de los ciudadanos, siempre orientada a la calidad de servicio y a la vinculación de los territorios en los que opera.

Desde su nacimiento, el estilo Saba siempre se ha mantenido con el compromiso de ser partícipe de la evolución de las ciudades y contribuir a la sostenibilidad y a la responsabilidad empresarial. En este eje de actuación, la compañía colabora con proyectos de Responsabilidad Social Corporativa que actúan en los países en los que tiene activos. Además del apoyo a proyectos de ámbito cultural y social, Saba contribuye con los colectivos más desfavorecidos y con las organizaciones que operan para la mejor convivencia en las ciudades.

Precisamente en esta categoría, destacan las colaboraciones con Cáritas, para el refuerzo educativo y pedagógico y la ayuda a madres sin recursos; la Fundación Pere Tarrés, la Fundación Roger Torné y Aldeas Infantiles, con la contribución a programas para niños en riesgo de exclusión social.

El compromiso con la sociedad es uno de los ejes de actuación principales de la compañía, marco que da cabida a la colaboración con el Hospital Sant Joan de Déu, en el proyecto SJD Pediatric Cancer Center Barcelona; y con el Hospital Vall d’Hebron, en la iniciativa del Centro de Neonatología Avanzada, ambos en Barcelona. La vinculación con el territorio, otra de las hojas de ruta de la compañía, permite contribuir con el medio ambiente mediante fundaciones como Plant-for-the-Planet.

En este sentido, Saba tiende la mano a la cooperación con la inclusión laboral. Como herramienta de soporte, la compañía ofrece orientación profesional y académica al servicio del alumnado, profesorado y centros educativos, organizando visitas a las instalaciones mediante iniciativas como el Proyecto de Vida Profesional impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona. Asimismo, destaca la colaboración con la Fundación Envera, para la integración sociolaboral de personas con discapacidad; o el programa “Incorpora” de La Caixa. Saba no solamente apoya a asociaciones externas, sino que también aplica la cultura de inclusión laboral de personas en riesgo de exclusión en su propia organización.

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